Cremas solares, nuestra protección frente a las UVA/B
¡Hola! Hoy vamos a hablar sobre un tema que todos conocemos pero que probablemente no hemos explorado a fondo: las cremas solares. ¿Alguna vez te has preguntado cómo evolucionaron estas fórmulas que protegen nuestra piel del sol? Vamos a hacer un viaje a través del tiempo para descubrir la historia de las cremas solares, desde las primeras fórmulas hasta las actuales cremas con filtros físicos ecológicos. También hablaremos de Franz Greiter, un nombre que, si no conoces, deberías agradecer cada vez que te aplicas protector solar antes de salir a la playa.
Los primeros pasos en la protección solar
La protección contra el sol no es un concepto moderno. Las antiguas civilizaciones ya utilizaban métodos rudimentarios para proteger su piel. En otras partes del mundo, se aplicaban diferentes aceites y ungüentos naturales, demostrando que desde tiempos remotos, la humanidad ha sido consciente de los efectos del sol en la piel.
Un poco de historia …
4000 aC – 500 aC: LOS ANTIGUOS EGIPCIOS, GRIEGOS E INDIOS
La historia del protector solar comienza en el año 4000 a.C. Como muchos inventos que nos han beneficiado hoy en día, la idea de proteger la piel del sol surgió de los antiguos egipcios. Los antiguos egipcios admiraban la piel clara, por lo que inventaron una forma de preservar su tono de piel claro. Los egipcios utilizaban extracto de salvado de arroz, jazmín y extracto de lupino en fórmulas para proteger su piel de los fuertes rayos del sol, reparar el daño cutáneo y aclararla. Poco después de que los egipcios comenzaran a protegerse del sol, otras civilizaciones se dieron cuenta.
Entre el 800 y el 500 a. C., los griegos empezaron a utilizar una mezcla de aceite de oliva y arena para protegerse del duro sol durante los juegos olímpicos.
Además, una antigua práctica médica india, «Chakara Samhita», descubrió y utilizó pushpanjan (óxido de zinc), que es el ingrediente activo que se utiliza en los protectores solares minerales en la actualidad.
1300 d.C.: THANATKA EN MYANMAR
En Myanmar, la gente ha estado usando Thanatka, un producto extraído de la corteza de los árboles, durante siglos. Además de sus usos en el tratamiento de enfermedades de la piel y para aclarar la piel de forma cosmética, Thanatka se puede utilizar como protector del sol. Tiene la capacidad de producir partículas de óxido de zinc, que protegen la piel humana contra los rayos UV. Las personas de esta región que trabajan constantemente bajo el sol utilizan este producto para protegerse tanto en zonas urbanas como rurales.
Sin embargo, estos métodos eran limitados y carecían de la efectividad que conocemos hoy en día. Fue en el siglo XX cuando la ciencia empezó a jugar un papel fundamental en la creación de cremas solares más avanzadas.
La primera crema solar moderna: un paso hacia la protección efectiva
La primera crema solar moderna no llegó hasta los años 30 del siglo pasado, y fue creada por un farmacéutico australiano llamado Milton Blake. Su fórmula era rudimentaria, pero sentó las bases para lo que vendría después. Blake mezcló aceite de eucalipto con algunas grasas, creando una crema que ayudaba a reducir las quemaduras solares, aunque su efectividad era limitada en comparación con las fórmulas actuales.
Franz Greiter y el nacimiento del SPF
Aquí es donde entra en escena Franz Greiter, un químico suizo que hizo una contribución clave al desarrollo de las cremas solares. En 1938, mientras escalaba el monte Piz Buin en los Alpes suizos, Greiter sufrió una severa quemadura solar. Este evento lo inspiró a desarrollar una crema que pudiera proteger eficazmente la piel de los rayos ultravioleta.
En 1946, Franz Greiter introdujo al mundo una de las primeras cremas solares comercialmente exitosas, llamada Gletscher Crème. Pero su mayor aporte fue la creación del concepto de Factor de Protección Solar o SPF. El SPF es una medida de cuánto tiempo una crema solar puede proteger la piel de las quemaduras solares en comparación con no usar ninguna protección. Esta métrica, que comenzó como una idea innovadora de Greiter, se convirtió en el estándar mundial para evaluar la efectividad de las cremas solares.
Evolución de las cremas solares: de los aceites a las fórmulas avanzadas
Las primeras cremas solares, como la de Greiter, ofrecían una protección básica contra los rayos UVB, que son los principales responsables de las quemaduras solares. Sin embargo, no ofrecían protección contra los rayos UVA, que penetran más profundamente en la piel y pueden causar envejecimiento prematuro y cáncer de piel.
En los años 70, los científicos comenzaron a comprender mejor los efectos de los rayos UVA, lo que llevó al desarrollo de cremas solares de «amplio espectro», capaces de proteger tanto contra los rayos UVA como los UVB. Este avance fue crucial para ofrecer una protección más completa y prevenir no solo las quemaduras, sino también el daño a largo plazo.
El auge de las cremas solares químicas
A medida que la industria cosmética crecía, también lo hacía la variedad de productos solares en el mercado. Las cremas solares químicas, que utilizan ingredientes como oxibenzona, avobenzona y octinoxato, se convirtieron en la norma. Estos ingredientes funcionan absorbiendo los rayos UV y transformándolos en calor, que luego es liberado por la piel.
Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido una creciente preocupación por los efectos de estos químicos, tanto en la salud humana como en el medio ambiente. Algunos estudios han sugerido que estos ingredientes pueden ser disruptores endocrinos, afectando el sistema hormonal, y que también pueden dañar los ecosistemas marinos, particularmente los arrecifes de coral.
La revolución de las cremas solares de filtros físicos
En respuesta a estas preocupaciones, ha habido un resurgimiento en el uso de filtros físicos en las cremas solares. Estos filtros, como el óxido de zinc y el dióxido de titanio, actúan como una barrera física que refleja y dispersa los rayos UV en lugar de absorberlos.
Los filtros físicos ofrecen varias ventajas sobre los filtros químicos:
- Protección inmediata: A diferencia de las cremas solares químicas, que requieren unos 20 minutos para activarse, los filtros físicos funcionan tan pronto como se aplican.
- Amplio espectro: Ofrecen una excelente protección tanto contra los rayos UVA como los UVB.
- Menor riesgo de irritación: Son menos propensos a causar irritación en pieles sensibles, lo que los hace ideales para niños y personas con piel delicada.
- Amigables con el medio ambiente: A diferencia de los filtros químicos, los filtros físicos no parecen tener un impacto negativo significativo en los arrecifes de coral y otras formas de vida marina.
Cremas solares ecológicas: el siguiente paso en la evolución
El creciente interés por productos más naturales y ecológicos ha llevado a la creación de cremas solares con filtros físicos ecológicos. Estas fórmulas no solo protegen la piel de manera efectiva, sino que también minimizan el impacto ambiental.
Las cremas solares ecológicas suelen estar libres de químicos sintéticos, parabenos y fragancias artificiales. Además, muchos de estos productos utilizan empaques sostenibles y están formulados con ingredientes orgánicos certificados.
Ventajas de las cremas solares ecológicas:
- Protección natural: Usan minerales naturales como el óxido de zinc y el dióxido de titanio para proporcionar una barrera física contra el sol.
- Sin químicos dañinos: Evitan ingredientes potencialmente dañinos como la oxibenzona y el octinoxato.
- Sostenibilidad: Muchas marcas ecológicas se enfocan en empaques reciclables y prácticas de producción sostenibles.
- Amigables con el medio ambiente: Menor impacto en los ecosistemas marinos y en la fauna.
Desventajas:
- Textura y aplicación: Las cremas solares de filtros físicos pueden ser más gruesas y difíciles de aplicar de manera uniforme.
- Efecto blanquecino: Algunos productos pueden dejar un residuo blanco en la piel, aunque las fórmulas modernas están mejorando en este aspecto.
La historia de las cremas solares es un ejemplo perfecto de cómo la ciencia y la innovación han mejorado nuestra vida diaria. Desde las primeras fórmulas rudimentarias hasta las avanzadas cremas ecológicas de hoy, hemos recorrido un largo camino en la protección de nuestra piel contra los dañinos rayos del sol. Franz Greiter y su invención del SPF fueron un hito en esta evolución, permitiéndonos disfrutar del sol con mayor seguridad.
Hoy, con una mayor conciencia sobre la salud y el medio ambiente, las cremas solares con filtros físicos ecológicos como las desarrolladas por nuestro laboratorio, representan el futuro de la protección solar. No solo cuidan nuestra piel, sino que también protegen nuestro planeta, lo que las convierte en una opción inteligente para quienes valoran tanto su salud como el entorno.
Así que, la próxima vez que vayas a la playa o a la montaña, recuerda aplicar tu crema solar con orgullo, sabiendo que estás usando un producto con una rica historia y un impacto positivo en el mundo. ¡Cuida tu piel y el planeta!
0 comentarios